Para cualquier artista o grupo musical hay canciones que son emblemáticas, sobre todo si con ellas alcanzaron la fama o una posición muy alta en la lista de composiciones más escuchadas o vendidas. Pero en todo disco (y en todo autor de novelas, o de cuadros, o de cualquier otra manifestación artística) hay producciones que, sin ser tal vez tan "redondas" - o sí - no llegan a ser tan conocidas pero poseen una calidad indudable e incluso, según las circunstancias, pueden emocionar tanto o más que aquellas otras más afamadas.
El mundo cumbiambero no es una excepción a este hecho. Ciñéndonos en esta entrada a algunos artistas ya comentados, podemos ver varios ejemplos. Para empezar, recordamos el exitazo que supuso para La Banda Kañón su divertidísima Amiga, mi enemiga, que los lanzó al estrellato. Una canción "kañonera" de menor difusión pero bonita, intensa y triste, es Te voy a esperar (amor):
Te voy a esperar amor
todo el tiempo necesario,
aunque me quemo por tu amor
debo controlar esta pasión...
todo el tiempo necesario,
aunque me quemo por tu amor
debo controlar esta pasión...
Te voy a esperar amor
con el fuego de mis labios
te llenaré de mil besos y caricias
te daré todo lo que soy...
con el fuego de mis labios
te llenaré de mil besos y caricias
te daré todo lo que soy...
Te voy a esperar
día tras día
noche tras noche
soñando que eres mío
y que podamos compartir
por completo nuestras vidas...
día tras día
noche tras noche
soñando que eres mío
y que podamos compartir
por completo nuestras vidas...
La canción es hermosísima, de un lirismo y apasionamiento brutales...
Otro caso es de Los Ángeles Azules. En un grupo con tan dilatada y prolífica trayectoria, no pueden faltar esas canciones secundarias que, incluso, se lanzan sin tener su vídeo musical propio. Tu juguete es una buena muestra de ello:
Aunque sí hay una pequeña grabación en directo en Argentina, con escenario cutre y sudoroso y despiste del maestro del acordeón incluido:
Qué bien te ves y Tengo algo para ti son otro estupendo ejemplo, aquí emitidas juntas:
Y para terminar esta entrada, la magnífica y rockera El ladrón de tu amor, versión de Refugio de Amor, melancólica e infiel, con una guitarra maravillosa. La canción original es del argentino de Salta Víctor Herbas, la cual además dio título al álbum homónimo de 2006.
No sé ni por qué
de ti me enamoré
no sé, cómo pasó
pero tu amor me envolvió.
Y ahora vives en mi mente
siempre, siempre estás presente
y no estar contigo será mi castigo
porque soy el ladrón de tu amor
Robé tu amor a otro
y no me arrepiento
por estar un momento a tu lado
soy capaz de morirme ahogado
o en la hoguera
soy el ladrón de tu amor.
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