Posteriores búsquedas permitieron, a quien esto escribe, descubrir a uno de los auténticos popes de la cumbia de las últimas décadas. De él dice Wikipedia:
José Pastor López, (Barquisimeto, Venezuela, 15 de junio de 1944), más conocido como "El Indio Pastor", es un cantante, músico y compositor venezolano de género cumbia. [...] Luego de dos años en el combo de Nelson Henríquez (1972-1973) y con el apoyo de Discos Dark, propiedad del productor Roberto Gómez Rueda, formó su propia agrupación Pastor López y su Combo 1973, desde entonces ha grabado temas inéditos venezolanos y cumbias, varias de las cuales son de autores de cumbia peruanos ("Cariñito sin mi", "Traicionera" y otras más).
Reside en Colombia y Venezuela, realiza allí la mayor parte de sus presentaciones y disfruta de considerable popularidad. Además, su agrupación musical ha sido conformada en su mayoría por músicos colombianos. La trayectoria musical de Pastor López en Venezuela, Colombia, Ecuador y otros países es considerablemente extensa. Su estilo es la música tropical, en la que se destacan géneros como la cumbia, el paseo vallenato, el paseaíto y el porro, entre otros.
En su larguísima trayectoria aparecen canciones estupendas, por ejemplo, la mencionada Traicionera. El vídeo pertenece a ese tipo particular que mezcla actuación real con historia inventada (bastante inquietante, por cierto):
Pagarás tiene todo el aire de un bolero, por la contundencia de la letra. De ella se extrae este texto tan brutal y maravilloso:
No estoy triste,
no es mi llanto...
es el humo del cigarrillo
que me hace llorar
Aquí vemos un vídeo divertido y surrealista, hecho ex profeso, para el trío de canciones Las Caleñas, Sólo un cigarro y Traicionera.
Romántica y gozosa como pocas es Dios te bendiga Elena.
Otra canción destacable es Sin ti, porque "toda la culpa la tienes tú....".
Finalmente, una versión de un clásico con una letra hermosa, poética y social: El plebeyo. Aquí lo vemos en un directo de 2012, en Toronto.
El Plebeyo
(Pedro Infante)
La noche cubre ya con su negro crespón
de la ciudad las calles que cruza la gente
con pausada acción.
La luz artificial con débil proyección
propicia la penumbra que esconde en su sombra
venganza y traición.
Después de laborar vuelve a su humilde hogar
Luis enrique el plebeyo el hijo del pueblo
el hombre que supo amar
y que sufriendo esta está infamante ley
de amar a una aristócrata siendo un plebeyo él.
Trémulo de emoción dice así en su canción.
El amor siendo humano tiene algo de divino
amar no es un delito porque hasta dios amó
Y si el cariño es puro y el deseo es sincero
por qué robarme quieren la fe del corazón.
Mi sangre aunque plebeya también tiñe de rojo
el alma en que se anida mi incomparable amor,
ella de noble cuna y yo humilde plebeyo
no es distinta la sangre ni es otro el corazón.
Señor por qué los seres no son de igual valor.