viernes, 4 de octubre de 2013

Sergio el bailador y el amigo Bronco

Uno de los grupos más activos de las últimas décadas es el mexicano Bronco, conocido también, a partir de 2003, como El Gigante de América. La agrupación cuenta con una excelente página web, hecho muy apreciable pues la mayor parte de los artistas cumbiamberos presentan sitios muy pobres... o directamente, no tienen ningún sitio.


Bronco saltó a la fama gracias a una canción muy divertida y pegadiza, a la que siguió un vídeo tan "cutre" como simpático: Sergio el bailador. La canción fue un auténtico bombazo, teniendo mucho que ver con que el autor de estos textos sea un gran amante de la cumbia. Además, tuvo la suerte de comprar un disco suyo en el tianguis del DF.

A todos los bailes no puede faltar 
un amigo mío que les voy a platicar. 
A todas las chicas las ha enloquecido 
las ha trastornado con su forma de bailar. 

Nunca es presumido es un buen amigo 
y mete a los bailes botellas de vino. 



Otro gran éxito vino dado por una canción de amor a un animal, un caballo: Amigo Bronco. Una canción hermosa y triste, que emparenta con la clásica Mi perrito Lucero del gran cantante español Rafael Farina. El contraste con Sergio el Bailador no puede ser más brutal:

Se murió mi amigo Bronco
se fue a ver qué hay más allá
...se me fue mi amigo a hacerme un sitio
en el más allá.



Finalmente, en este pequeño repaso y homenaje, no podía faltar una canción genuinamente romántica, Mi peor enemigo:

Mi peor enemigo vivía conmigo 
jamas pensé que fuera yo...
Mi peor enemigo soy yo que te amo 
mi peor enemigo es mi corazón 



jueves, 29 de agosto de 2013

Amiga, mi enemiga... pues no, mejor, quédatelo tú: el superéxito paradójico de la Banda Kañón

Uno de las agrupaciones cumbiamberas más simpáticas y entrañables, especialmente activa en los 90, es la mexicana Banda Kañón. Intérpretes de Hombre casi perfecto, canción que mereció su propia entrada en el blog, protagoniza también uno de los capítulos más singulares de la historia de la cumbia y quizá (aunque puede ser mucho decir) de la música popular: dos canciones, una la sucesión de la otra, con contenido cómicamente contrapuesto.

Amiga, mi enemiga, fue un grandísimo éxito para la banda. El vídeo es muy revelador de la estética de aquellos años y la canción, por más trágico que sea su contenido, no puede dejar de sonar muy cómica y ritmosa.




Años después, la Sonora Explosiva hizo una versión muy digna de este superéxito.



Pero, como dice la frase atribuida a Santa Teresa, más lágrimas se derraman por las plegarias atendidas que por las no atendidas, de tal modo que las amigas luego enemigas se dan cuenta de que el hombre no valía para tanto, que era mejor "endosárselo¨ a la otra... y que pasa tú primero, que a mí me da la risa:


Aunque con mucha peor calidad de imagen y sonido, el vídeo original de Ni tú ni yo puede verse aquí:


Y aquí en un directo de la época.








viernes, 31 de mayo de 2013

¿Colombiana? ¿Mexicana? ¿Argentina? ¡No! ¡CHINA!

La cumbia, como prácticamente cualquier otro género musical, se apunta sin ningún problema a eso que los modernos llaman la fusión de estilos, algo no podía ser de otra manera siendo la cumbia, como es, un estilo hijo del mestizaje cultural de negros, indios y blancos.

Así, los nuevos instrumentos musicales se fueron incorporando a la misma con total naturalidad, caso la flauta andina, la guitarra eléctrica (véase Agua de lluvia, de Los Pony's) o los sintetizadores, que incluso dieron lugar al subgénero conocido como tecno-cumbia.

Del mismo modo, tampoco es extraño en ella imitar o incluir alguna parte que imite otros estilos más o menos definidos. Algunas canciones tienen aires inconfundibles de castañuelas y pasodobles españoles...




...mientras que otras reproducen sonidos... de la China. Resulta llamativo y curioso buscar sonidos en modelos culturales tan alejados (al menos, hasta "antier") pero aquí van dos ejemplos. El primero, En un solo corazón, es de la cantante veracruzana (México) Xochilt Mejía:


 
En un solo corazón imita simplemente el estilo musical chino, mientras que en el siguiente caso, de nuevo de nuestros conocidos y queridos Ángeles Azules, hay mucho más: la protagonista es una mujer china, alabada - curiosamente - por sus caderas, y con una sensualidad marcada en la canción... además de un final bastante humorístico:

 
Aunque ya en 1983 los Azules habían sacado una cumbia instrumental de tema chinés, dentro de su álbum ¡Ritmo, alegría, sabor!
 
 
 
Incluso de la archifamosa Pamela Chu, ejemplo de doble sentidos un tanto burdos, se hicieron varias versiones cumbiancheras, entre ellas esta de los Chicos del Barrio (también medio reaggeton):

 

Una parodia, quizá algo lamentable, es la que ofrece la Cumbia del japonesito, del Super Grupo Colombia:
 

miércoles, 22 de mayo de 2013

La "cachaca" paraguaya

Hasta ahora sólo habíamos hablado de dos países cumbiamberos, Colombia y México, y alusiones al éxito del género en Argentina. Hoy aparece un nuevo actor: Paraguay, y una nueva palabra, cachaca (a menudo, k-cha-k) que apareciera ya citada en la canción de Cristian Castro, Gallito feliz.

Dice Wikipedia:

«La Cachaca (también conocida como Cumbia nacional, Cumbia paraguaya)es un término utilizado en el Paraguay para definir a un género musical bailable, proveniente de México, y surgido, primero en el ámbito de los inmigrantes colombianos a partir de influencias de la Cumbia.
La Cachaca se caracteriza por la reiteración rítmica, sin variaciones y por los textos generalmente de carácter erótico y vulgar. De difusión masiva en barrios periféricos de la capital y el interior del país.» (Kachaca)

Esta definición, que la propia Wikipedia precisa necesitada de referencias, refleja una cierta concepción sobre las cumbias, bastante extendida en Latinoamérica: su carácter vulgar y/o erótico, lejos de una música para las élites culturales. Aunque siempre es difícil desmontar los tópicos (no sólo complicado, sino muchas veces inútil e, incluso, innecesario) estas dos agrupaciones muestran una música romántica pegadiza, de gran musicalidad... y poética. Faltan los instrumentos más genuinamente tropicales, pero la guitarra eléctrica resulta muy atractiva.

La primera canción, Cartas de amor, es del grupo Los Rollers de Encarnación. El vídeo no puede ser más modesto, unos chicos de barrio. Pero el estribillo se contagia al momento:



La canción trata del imposible olvido (y del empeño por no hacerlo) de un amor que fue... y ya no será:


Atrapado estoy 
por unas cartas de amor 
por fotos de una mujer 
que ya no puedo olvidar 
y no las puedo romper 
porque me hacen soñar 
con el ayer.. 

Atrapado estoy 
por unas cartas de amor 
por fotos de una mujer 
que ya no quiere llamar 
y ya no quiere volver 
solo me queda soñar 
con el ayer.. 

Mientras, Agua de lluvia trata de justo lo contrario: la alegría del amor recién encontrado. Tema de Los Ponys:

Como el agua de lluvia 
cayendo la tarde,
Así llego tu amor
cuando me besaste... 

Agua de lluvia que cayó del cielo,
agua de lluvia que mojó tu cuerpo.
Agua de lluvia ... 
¡Cómo te quiero!




Y aquí actuando en un directo realmente digno. Lástima que los teclados no puedan cambiarse por un acordeón.








miércoles, 15 de mayo de 2013

Los Ángeles de la Cumbia - 1, Los Ángeles Azules

Como hemos visto en otras entradas, la cumbia, que nació en Colombia y Panamá, goza asimismo de gran éxito en los países latinos situados más al extremo de Colombia: al Norte, México, y al Sur, Argentina. Entre las agrupaciones mexicanas, hay dos cuyo nombre puede prestar a confusión: Los Ángeles Azules y Los Ángeles de Charly, grupos que ocuparán un lugar muy importante en este blog.

Aunque en el mundo cumbianchero nos son raros los nombres parecidos (ahí están los mexicanos Super Lamas y los argentinos Los Lamas, o las múltiples Sonoras) la coincidencia en estos grupos no es casual. 

Los Ángeles Azules nacieron allá por el año 1976. Sin embargo, no sería hasta una fecha tan posterior como 1994 (muy poco antes estuvieron a punto de desaparecer) que alcanzaron sus primeros éxitos con los temas del disco Entrega de amor.



Dos años después presentarían como vocalista a Charly Becíes para el disco Cómo te voy a olvidar, que además de la canción homónima, incluyó canciones tan sonadas como Mujer niña, mi niña mujer, que en este vídeo extendido incluye una pequeña parodia de la canción que da título al LP (en lo demás, es vídeo es verdaderamente para salir corriendo):



La contratación de Charly Becíes fue todo un acierto para el renombre del grupo. Grabarían juntos también el siguiente disco, Confesiones de amor, con temas excelentes como Juventud (al que dedicaremos una entrada) y Mi confesión; lástima que el vídeo original aparezca "montado" por otras imágenes:




Sin embargo, Charlie Becíes no duraría mucho en el grupo, y se iría con otros dos miembros para formar su propia agrupación, Los Ángeles de Charly, que serán objeto de la siguiente entrada del blog.
Mientras tanto, Los Ángeles Azules apenas notarían su marcha, sacando en el siguiente disco, Una lluvia de rosas, lo que puede considerarse uno de los más grandes bombazos (si no el que más) de su carrera: El listón de tu pelo:




lunes, 6 de mayo de 2013

Muchas de las cumbias son versiones

La pollera colorá, Casi perfecto o Capullo y sorullo, cumbias que hemos visto en entradas anteriores, son ejemplo de canciones compuestas para el género cumbiambero. Sin embargo, una cantidad apreciable de cumbias no fueron compuestas originalmente como tal, sino que acabaron siendo versiones, en algunos ocasiones muy exitosas, de letras concebidas primariamente para otros géneros.

Un caso emblemático es el de Que nadie sepa mi sufrir, también conocida como Amor de mis amores. Esta canción fue en su nacimiento un vals peruano compuesto, curiosamente, por los argentinos Ángel Cabral y Enrique Dauze, en 1936. Ésta sería una actuación aproximada al original:



Entre las versiones posteriores, están las bastante respetuosas de Raphael, Mª Dolores Pradera e incluso de Edith Piaf (La foule, en francés). Más alejadas ya están la rumbosa de los también argentinos Los bandoleiros y la de nuestro Julio Iglesias. No perderse los coros originales, muy propios de la época:


Y en lo que respecta a la cumbia, La Sonora Dinamita consiguió con ella uno de sus mayores éxitos, cantada todavía por Margarita Vargas. El vídeo, en el que la cantante no aparece, es toda una muestra del cambio de estética que ha sufrido el género, aspecto éste que será tratado con más detalle en otra entrada.


Otro caso famoso es el de Con la misma piedra. Rememorando aquello de que "El hombre es el único animal que tropieza con la misma piedra" (lo cual también sirvió como cabecera de un famoso programa televisivo sobre seguridad vial, allá por los años 70-80) en Televisión Española), la canción, compuesta por el autor mexicano Jorge Massías, fue cantada en primer lugar por... Julio Iglesias. La estética (e incluso la ética) del vídeo son, sencillamente, gloriosas:


La canción, que reforzó aquel dicho popular, añadía una pequeña y bastante afortunada (y pesimista) frase: Tropecé de nuevo con la misma piedra... y con el mismo pie. Alicia Villarreal, vocalista entonces del Grupo Límite, cantaría posteriormente, con notable fortuna, una cumbia con la misma letra:



Finalmente, otro cantante y compositor mexicano muy conocido, Marco Antonio Solís, ha visto versionadas muchas de sus canciones, entre ellas por el grupo mexicano Los Ángeles de Charly, una de las grandes bandas de los últimos años, y sobre los que habremos de volver a menudo. Su disco Mi enterno amor secreto está basado por entero en las composiciones de Solís.



Dentro del disco destaca especialmente Tu hombre perfecto, aunando en una misma canción salsa y cumbia con unos toques de reggae.







lunes, 29 de abril de 2013

Cumbias con humor picante

Si en la entrada anterior se veía el humor suave, blanco, de la excelente Casi perfecto de la Banda Kañón, esta entrada está dedicada al humor picante, con albur que se dice en México, lleno de dobles sentidos.

Además, el humor sirve para presentar a uno de los grupos más importantes (si no el que más) de la cumbia de las últimas décadas: La Sonora Dinamita. En su dilatadísima historia, este grupo o sonora colombiana ha cambiado de componentes y cantantes, viviendo quizá su mejor época en los años 80, cuando la dirigió Lucho Argaín y la vocalista era Margarita Vargas Gaviria, quien después se iría a vivir a México a seguir su propia carrera, siendo conocida como la Reina de la Cumbia.



La primera muestra de ese estilo humorístico se mete de lleno en las clásicas historias de cuernos, en este caso revestida además de un problema racial. La solución del problema no puede ser más divertida... ni inesperada. ¡Capullo y sorullo!


En esta entrada hemos querido poner la canción como se grabó originalmente. Sin embargo, el siguiente vídeo, a pesar del mal sonido, muestra de una forma maravillosa la puesta en escena del grupo: brillante y tremendamente jocosa. La actuación de alguno de los componentes, sencillamente, no tiene precio... como el ritmo con que cantan y se mueven.




Y la canción hace temer lo peor: ya sólo el título es toda una declaración de intenciones.

SORULLO Y CAPULLO

Había una vez en mi pueblo un matrimonio
rubio como la mantequilla.
Yo puedo dar mi fe y mi testimonio
que lo que digo no es ninguna mentirilla.

Del matrimonio nacieron nueve hijos,
ocho salieron rubiecitos;
y yo lo vi, a mí nadie me lo dijo,
el noveno resultó ser bien negrito.

El marido soportó por muchos años
pero a la larga, el silencio le hizo daño
y decidió confesarlo a su mujer,
así lo hizo y ahora ustedes van a ver.

Oye, Capullo,
a todos los quiero igual,
todos son angelitos
y los llevo aquí en el alma,
pero hablemos del negrito
mami, sin perder la calma.
Dime, Capullo,
¿es hijo mío el negrito?
pero, dime, Capullo,
¿es hijo mío el negrito?
Y ella le contestó:
Oye, Sorullo, el negrito
es el único tuyo.

Y allí la bomba explotó,
el matrimonio acabó,
ella se fue con los 8 y
él con el negro cargó.

Del mismo modo, La frutera viene cargada de simbolismo sexual, con expresiones tan ¿equívocas? como No toques la papaya pues me hace estremecer o Tengo para la venta melones y bananos. La vocalista es Luz Stella Montoya:




LA FRUTERA

Oye papacito soy la rica frutera.
La negra sabrosa me llaman a mí
Por la venta de frutas que ofrezco feliz
Soy la negra más dulce que tiene la región
Por la venta de frutas que ofrezco con amor.
Tengo para la venta melones y bananos
Y muy dulce traigo la piña y la papaya

No toques la papaya pues me hace estremecer
La tengo muy blandita y todos quieren comer.
Chupa y saborea la fruta jugosa
Vuelve y chupa y saborea
Que si está sabrosa
Chupa y saborea la fruta jugosa
Vuelve y chupa y saborea
Que si está sabrosa.
“Ay corazón tócame la papaya”

Soy la cumbia morena, me dicen al pasar
Pues muevo las caderas como lo hago al bailar
Tengo para la venta frutas para escoger
Cocos y melones disfruta con placer.
Traigo esta rica fruta para saborear
Piñas y cerezas para disfrutar
Ay cómprame la piña
Que la tengo madura

Tóquela papacito y compruebe su ricura.
Chupa y saborea la fruta jugosa
Vuelve y chupa y saborea
Que si está sabrosa
Chupa y saborea la fruta jugosa
Vuelve y chupa y saborea
Que si está sabrosa.

“Que rico, así, así, bailándola como lo hace La Sonora Dinamita”

El humor en las cumbias: humor suave

Aunque la cumbia sea un género principalmente romántico (y esta página veremos letras de amor para dar y regalar) no faltan los motivos humorísticos, o humorosos, como sostenía aquél que defendía que "amor, con humor se paga".

El humor puede ser suave, sin una malicia o procacidad excesivas, siendo éste tipo de humor el objeto de esta entrada (del picante nos ocuparemos en la siguiente). Una muestra excelente de ello es la canción del grupo mexicano Banda Kañón (diríamos que hasta el propio nombre es humorístico: ¿anarquistas? ¿anglófilos? ¿horteras?), con la divertida y elaborada canción [el hombre] Casi perfecto: toda una lección de lo que es importante en el amor: el hombre (y la mujer) cariñosos, respetuosos... aunque escondan su panza bajo el saco.



A pesar de que el vídeo sea para salir corriendo y empiece con un añadido (hay que esperar hasta el segundo 20) de quien amablemente lo subió [algo que la web 2.0 todavía no ha pulido], al menos refleja simpáticamente la ironía de la canción, aunque sea tan difícil superar esta frase memorable: ¡Debiste nacer en año bisiesto!

Afín a mi signo del zodiaco
y con tu futuro ya resuelto
nunca bebes y odias el tabaco
tu debes de ser un gran prospecto.

El otoño se llevó tu pelo
y escondes la panza bajo el saco.
Es cierto que no eres un modelo
pero me derrites con tu trato.

Dudo cómo me prendí al anzuelo...
¡De una vez te tomo o te dejo!
Eres casi el hombre perfecto,
el que busqué por tanto tiempo,
el que me hace vibrar la piel
y el esqueleto.

Eres casi el hombre perfecto
el que yo imaginé en mi sueños,
de los que rara vez se pueden ver...
¡Debiste nacer en año bisiesto!

No me deslumbró tu convertible
como tu porte de caballero,
si bien el dinero a veces sirve
es tu amor lo unico que quiero.


Todo un cuarentón con privilegios
me presumes frente a tus amigos.
Te gustan los niños y los juegos,
eres el ejemplo del marido.

Tú serías un hombre perfecto
si no fuera que tienes un secreto
Eres casi el hombre perfecto,
el que busqué por tanto tiempo,
el que me hace vibrar la piel
y el esqueleto.
Eres casi el hombre perfecto
el que yo imaginé en mi sueños,
de los que rara vez se pueden ver...
¡Debiste nacer en año bisiesto!
Tú serías un hombre perfecto
si no fuera que tienes un secreto...
¡que no eres soltero!

Aquí un vídeo recién añadido, donde no aparece Karla (?)




La canción fue posteriormente versionada, entre otros, por la cantante española, afincada en México, Miriam Hernández.





Otra cumbia muy simpática de este grupo es La matrícula. Mucha instrucción en la (loca) academia de policía... y al final todo se reduce a tomar la matrícula del vehículo infractor.


Noches de arena, de ron y espera...

Una de las más curiosas características de la cumbia es que muy a menudo procede a lo que, en otros campos del saber, se denomina la autocita; es decir, las letras de las cumbias suelen hablar, con frecuencia, de... cumbias... o al menos se nombra o se canta, empujando, animando a los oyentes. Así, la canción de cabecera de una telenovela o culebrón colombiano, que fue bastante popular en los dos lados del Atlántico hace unos años, Pasión de gavilanes, comenzaba al llamado de "Cumbia... norteña":





Cristian Castro, cantante melódico mexicano, tampoco pudo escapar del embrujo en el minuto 2:25:




La recreación en el mundo de la cumbia alcanza quizá su máxima expresión en la canción que da el nombre a nuestro blog: La negra cumbiambera. El ambiente caribeño, de baile, de ron, de noche, de fuego, las palmeras, la gente negra... son tal vez la encarnación del mundo en que originariamente naciera la cumbia. Esta canción, además, pertenece a lo que podría consirarse una cumbia clásica: instrumentación sencilla (salvo una guitarra eléctrica muy suave, aunque algo más presente en el directo) y ausencia de teclados, llamativa en un grupo tan gustoso de ellos como los Super Lamas. La letra habla por sí sola:

Oye esto... sabroso
Prepárame ya mi negra
mi mula rucia
mi calzón blanco
mi sombrero de paja.
Ponte tu linda pollera
tu pañoleta
y vamos de fiesta
negra cumbiambera.
No olvides mi tabaquera
ni mi ron blanco
para bailar
bajo las palmeras.
Vamos, que es noche de arena,
de ron y espera,
flauta y tambores,
negra cumbiambera.
¡Negra cumbiambera!
¡Échate p'allá!
¡Negra cumbiambera!
¡Échate p'acá! (bis)
¡Échate p'allá,
échate p'acá!
Un pasito allá,
un pasito acá (bis)
¡Sigue la cumbia!
¡Ahora sí, Canelo! [miembro de los Super Lamas]
[Se repite la canción]
Múevelo sabroso, morena...
Negra... ¡anda!
¡Negra cumbiambera!
¡Échate p'allá!
¡Negra cumbiambera!
¡Échate p'acá! (bis)
¡Échate p'allá, guapa
échate p'acá!
Un pasito allá,
un pasito acá (bis)

Aquí dejamos una versión en directo:


Visualmente, el vídeo de La cumbia del amor, del gran artista Lisandro Meza, es un estupendo ejemplo de ese ambiente cumbiambero de arena, sol, playa, noche, velas y ron, en versión más actual.

La negra cumbiambera... un blog de cumbias

La cumbia es un género musical tradicional de Colombia y Panamá, que a raíz de los años 40 del siglo pasado se extendió por toda la América Latina. En España también gusta, aunque es menos popular que otras músicas latinas como el merengue, la salsa o el bolero.


Esta música, como tantas otras del continente americano, es fruto de la mezcla cultural de sus habitantes, de las aportaciones de indígenas, españoles y esclavos negros y sus descendientes. No sólo hay variedades propiamente geográficas, como la cumbia colombiana o, por citar dos países muy pujantes, la de Argentina y México (a su vez con variedades regionales) sino que también la cumbia ha sido permeable a la evolución de los instrumentos musicales (así nace la llamada tecno-cumbia) y de los intérpretes, tanto en su vestimenta (las tradicionales y vistosas polleras, que dan título a la clásica Con la pollera colorá) como en las letras (un ejemplo de ello es la cumbia villera, originaria de los suburbios o villas argentinas, y sus letras sobre sexo y delincuencia).




En este blog vamos a apreciar la riqueza de esta música: su romanticismo, a veces exacerbado, su sensualidad, su ritmo, su humor y, sobre todo, su musicalidad.