viernes, 11 de enero de 2019

El concierto sinfónico de Los Ángeles Azules: ¿dignificación o zapatero, a tus zapatos?

Hace años, cuando el gusto por la cumbia de quien esto escribe era aún incipiente, alguien de México le comentó: "No entiendo muy bien por qué le gusta esa música, aquí es un poco de clases bajas". Ese comentario me recordó a lo que sucedía en España con la rumba gitana, especialmente la interpretada entre los años 70 y 80 por grupos como Los Chichos y Los Chunguitos.
El desconocimiento de la realidad de América no me permite emitir un veredicto sobre esta cuestión (si es cierto o no, si es aplicable a según qué países o zonas...), aunque es verdad que esa apreciación siempre ha estado presente a la hora de valorar el género cumbiambero (aquí puede encontrarse una lista de fuentes para el estudio social de la cumbia). Por eso, la publicación en 2014 del Concierto sinfónico de Los Ángeles Azules fue un acicate para reflexionar aún más sobre este aspecto. En esta línea van las reflexiones iniciales que sirven de presentación al concierto:
La música de concierto es música y la cumbia también es música; entonces no debe haber mucho problema en fusionarlas.

Los Ángeles Azules, aparte de ser una de las agrupaciones más famosas y reconocidas de la cumbia, no sólo en México sino en todo el mundo, han tenido siempre gala presumir de sus orígenes humildes. El hecho de publicar un concierto sinfónico (y crear una moda que han seguido otros grupos desde entonces) no hace sino reforzar ese viaje completo: desde las actuaciones en banquetes al acompañamiento de una orquesta prestigiosa y completa.
"Los Ángeles Azules siempre han estado en todas las clases sociales; la cumbia no tiene fronteras y creo que el día de hoy todas las generaciones ya conocen algún tema y son puntos a favor. Es importante que podamos presentar algo novedoso que es hacer algo con la sinfónica, es un plus para que la gente sepa que hay más", expresó Pepe Mejía Avante.

Un enfoque parecido se da en el álbum De plaza en plaza (2016), que cuenta con 13 canciones recopiladas de sus anteriores discos. Se caracteriza por la participación de artistas de diversos géneros musicales, algunos como Pepe Aguilar, Ha*Ash, Aleks Syntek, Fito Páez y los españolísimos Miguel Bosé y Ana Torroja, entre otros.



Otra cosa bien distinta es el resultado final de estas mezclas entre cumbia y orquesta sinfónica. La calidad del sonido es incuestionable, y más para un grupo que desde hace años tiene un directo magnífico (como muy bien dice el productor Yamil Recz, la orquesta va a resaltar y embellecer esos momentos que los Azules ya melódicamente tienen); sin embargo, la valoración del acierto en la elección de los cointérpretes, y en sus actuaciones, la dejamos para nuestros lectores.